2.2. Vamos a contar mentiras: el cuento literario

En el cuento que tienes a continuación de Luis Mateo Díez, se habla de una persona como tú y como yo, que por lo visto está cansada de su vida y necesita que ocurra algo. Así y sin saber por qué, busca la solución nada más y nada menos que en una papelera... Imagínate...

Léelo con atención para poder apreciar las diferencias con respecto a los cuentos populares que has leído en el apartado anterior. Ahora estamos en un mundo igual de imaginario o irreal que sin embargo nos puede resultar más cercano, hasta tal punto que podríamos ser sus protagonistas.

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En el cuento que tienes a continuación de Luis Mateo Díez, se habla de una persona como tú y como yo, que por lo visto está cansada de su vida y necesita que ocurra algo. Así y sin saber por qué, busca la solución nada más y nada menos que en una papelera… Imagínate…

Léelo con atención para poder apreciar las diferencias con respecto a los cuentos populares que has leído en el apartado anterior. Ahora estamos en un mundo igual de imaginario o irreal que sin embargo nos puede resultar más cercano, hasta tal punto que podríamos ser sus protagonistas.

Buscando en la papelera
Imagen en Flickr de Tonymadrid
bajo CC

Por lo menos había visto a siete u ocho personas, ninguna de ellas con aspecto de mendigo, meter la mano en la papelera que estaba adosada a una farola cercana al aparcamiento donde todas las mañanas dejaba mi coche.
Era un suceso trivial que me creaba cierta animadversión, porque es difícil sustraerse a la penosa imagen de ese vicio de urracas, sobre todo si se piensa en las sucias sorpresas que la papelera podía albergar.
Que yo pudiera verme tentado de caer en esa indigna manía era algo inconcebible, pero aquella mañana, tras la tremenda discusión que por la noche había tenido con mi mujer, y que era la causa de no haber pegado ojo, aparqué como siempre el coche y al caminar hacia mi oficina la papelera me atrajo como un imán absurdo y, sin disimular apenas ante la posibilidad de algún observador inadvertido, metí en ella la mano, con la misma torpe decisión con que se lo había visto hacer a aquellos penosos rastreadores que me habían precedido.
Decir que así cambió mi vida es probablemente una exageración, porque la vida es algo más que la materia que la sostiene y que las soluciones que hemos arbitrado para sobrellevarla. La vida es, antes que nada y en mi modesta opinión, el sentimiento de lo que somos más que la evaluación de lo que tenemos.
Pero si debo confesar que muchas cosas de mi existencia tomaron otro derrotero.
Me convertí en un solvente empresario, me separé de mi mujer y contraje matrimonio con una jovencita encantadora, me compré una preciosa finca y hasta un yate, que era un capricho que siempre me había obsesionado y, sobre todo, me hice un transplante capilar en la mejor clínica suiza y eliminé de por vida mi horrible complejo de calvo, adquirido en la temprana juventud.
El billete de lotería que extraje de la papelera estaba sucio y arrugado, como si alguien hubiese vomitado sobre él, pero supe contenerme y no hacer ascos a la fortuna que me aguardaba en el inmediato sorteo navideño.

Si los cuentos populares son anónimos, los literarios han sido escritos por un autor o autora con nombre y apellidos, y por lo tanto son más personales. Aquí ya no se cuentan historias que el propio pueblo ha ido creando con el paso del tiempo, sino historias que una persona en concreto se ha inventado formando con ello un mundo imposible pero que sin embargo podría suceder perfectamente.

El mundo del cuento literario es muy amplio y complejo, todo depende de la persona que lo esté creando, de cómo perciba la realidad, de qué le interese hablar personalmente...Te presento a Oscar Wilde, escritor inglés creador de cuentos como El gigante egoísta o El príncipe feliz; a Ana María Matute, premio Príncipe de Asturias, que cuenta con obras tan fabulosas como Caperucita en Mahatan o El pastel del diablo; y Julio Cortázar, autor argentino que gracias a su originalidad introdujo grandes innovaciones literarias como podemos apreciar en La isla a mediodía y otros cuentos o Las armas secretas.

Oscar Wilde
Imagen en Wikimedia Commons
de Gustav VH bajo Dominio público

Ana María Matute
Imagen en Wikimedia Commons
de Cvbr bajo esta licencia

Julio Cortázar
Imagen en Wikimedia Commons
de Ferbr1 bajo Dominio público

Oscar Wilde
Ana María Matute
Julio Cortázar

 

Horacio Quiroga
Imagen en Wikimedia Commons
de Eamezaga bajo Dominio público

Éste que ves aquí es Horacio Quiroga, un bicho raro, maestro del cuento latinoamericano, gran dramaturgo y poeta nacido en Uruguay. Su vida estuvo marcada por la tragedia, los accidentes de caza y los suicidios, y quizá esto le llevó a terminar también con su propia vida el 19 de febrero de 1937, al beber voluntariamente un vaso de cianuro en un hospital argentino a los 58 años de edad.
 
Tiene cuentos buenísimos, como A la deriva, que trata de lo que llega a sentir un hombre cuando es atacado y mordido por una yaracacusú, una víbora con picadura mortal. En el audio que tienes debajo podrás escuchar este cuento. Si además quieres leerlo como texto, pincha sobre el título del relato.
 
A veces, los cuentos están protagonizados por animales y entonces se convierten enl fábulas. Parece que las fábulas son solo para niños, como los cuentos, pero no es así porque debajo de su sencillez y de su encanto, podemos encontrar actitudes que nos podrían ayudar a comprendernos y a relacionarnos mejor. Te proponemos dos fábulas, una del siglo VII a. C.  cuyo autor es el griego Esopo y otra del siglo XXI cuyo autor es el guatemalteco Augusto Monterroso.
Pregunta Verdadero-Falso
Indica si las siguientes afirmaciones son verdaderas o falsas.


1. Los cuentos son narraciones de hechos y acontecimientos que han sucedido en la realidad.

Verdadero Falso


2. Las creencias populares y sucesos fantásticos son los ingredientes de los cuentos populares.

Verdadero Falso


3. Los cuentos populares son anónimos.

Verdadero Falso


4. Los cuentos tienen su origen en oriente.

Verdadero Falso


5. Calila e Dimna es la primera colección de cuentos traducida al castellano en el siglo XIX.

Verdadero Falso


6. Las Mil y una noches es una recopilación de cuentos árabes recopilados por el rey Alfonso X, El Sabio.

Verdadero Falso


7. Los protagonistas de las fábulas son animales.

Verdadero Falso


8. Si has leído las fábulas anteriores podrás contestar a esta pregunta. El águila de la fábula de Esopo pide ayuda al Dios Marte para proteger a sus futuros pequeñuelos.

Verdadero Falso


9. La rana de la fábula de Monterroso sentía que lo que más admiraban de ella los demás era su lengua.

Verdadero Falso