1.1. La sensación de profundidad.
Las meninas. 1656
En este retrato cortesano de una infanta real española con sus ayudas de cámara, Velázquez consigue darnos la sensación de que miramos por una ventana hacia el interior de una habitación. En el primer plano (1) una esquina del lienzo, luego las figuras que retrata el pintor (2), detrás el propio pintor y dos personajes que observan (3), al fondo una pared con cuadros (4), y todavía se abre una puerta hacia unas escaleras desde donde alguien mira la escena (5). La infanta parece que nos mira, pero ¿hacia dónde mira exactamente? ¿Hacia dónde mira el pintor? En el momento de mirar el cuadro tú y yo estamos dentro de un espejo en el que se refleja la habitación con todos sus elementos. ¿Hay o no hay sensación de profundidad con este juego de planos cada vez más alejados?
Imagen de Calliopejen1 en Wikimedia Commons bajo Dominio Público
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Otro ejemplo de profundidad con pequeños detalles lo podemos ver en el famosísimo cuadro de Velázquez La rendición de Breda, también conocido como Las lanzas, fechado en 1635.