El movimiento obrero español en el siglo XIX.

 
 

Como hemos visto anteriormente, la revolución industrial llegó a España con cierto atraso respecto a los países más avanzados y con mucha dependencia de las inversiones extranjeras. En el siglo XIX la industria, y con ella la clase obrera, sólo era importante en Cataluña y el País Vasco, mientras que en el resto de España la agricultura seguía siendo la base de la economía y, por tanto, del empleo de las clases trabajadoras. Por su parte, la minería moderna, desarrollada mediante inversiones extranjeras, tuvo un gran desarrollo en Andalucía, sobre todo en Huelva y Almería.

El movimiento obrero español, desarrollado con cierto atraso respecto a los países pioneros de la revolución industrial, va a tener una evolución parecida a la del resto de países europeos.

Las primeras manifestaciones de protesta, desorganizadas y carentes de proyecto político, se expresaron en forma de atentados contra las máquinas, en la línea del ludismo inglés que vimos con anterioridad.

Posteriormente, el intento de conseguir el derecho al voto para todos los hombres fue asumido por grupos políticos minoritarios, que durante el reinado de Isabel II no tuvieron ninguna opción de llegar al poder. Estos grupos políticos, denominados demócratas, no eran específicamente proletarios.

Durante el reinado de Amadeo de Saboya y la I República (1870-1874), la Asociación Internacional de Trabajadores había enviado a España agentes que hicieron propaganda de sus ideas y ayudaron a organizar asociaciones obreras que siguieran las propuestas del movimiento obrero internacional. Las primeras asociaciones obreras españolas afiliadas a la Asociación Internacional de Trabajadores formaron la denominada Federación de Trabajadores de la Región Española, cuyos integrantes eran mayoritariamente seguidores del anarquismo.
 
Tras la caída de la I República y la vuelta al trono de la dinastía Borbón, en la persona de Alfonso XII, se volvió a imponer un sistema electoral con sufragio restringido, en el que la clase obrera, por tanto, no podía participar. Sin embargo, hubo cierta tolerancia y se permitió el asociacionismo obrero, siempre que no usara medios violentos. A finales del siglo XIX el régimen permitió el sufragio universal masculino, y con ello la clase obrera volvió a recuperar el derecho a la participación política.
Icono IDevice Objetivos

En el siguiente enlace puedes ver un audiovisual sobre los orígenes del movimiento obrero español.

Inicios del movimiento obrero en España



Publicación del sindicato anarquista CNT. Dominio público.
 
Las ideas anarquistas, difundidas en España por el italiano Giuseppe Fanelli, hombre de confianza de Bakunin, tuvieron mucha aceptación entre la clase obrera de Cataluña y, sobre todo, entre las masas de trabajadores del campo de Andalucía.

Aunque el anarquismo español adoptó en algunos casos la vía violenta, en forma de revueltas campesinas y atentados terroristas, finalmente se consolidó un gran sindicato anarquista que intentó organizar la lucha obrera de un modo más sistemático. A comienzos del siglo XX nació la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), que llegó a contar con más de un millón de afiliados en España, siendo la organización más representativa del movimiento obrero español en ese momento.

 
Pablo Iglesias en un mitin. Imagen de UCM, dominio público.
 
Por su parte, las ideas marxistas, que fueron difundidas en España por el francés Paul Lafargue, tuvieron una mayor aceptación en Madrid y el País Vasco. Como la Federación española de la AIT optó por seguir la línea anarquista, los marxistas españoles decidieron abandonarla y fundaron en 1879 el Partido Socialista Obrero Español y en 1888 un sindicato marxista, la Unión General de Trabajadores. Su fundador, Pablo Iglesias, era trabajador de imprenta, pero desde los primeros momentos el socialismo español contó con miembros destacados que no pertenecían a la clase obrera (intelectuales, médicos, empleados de clase media...).

Aunque sin renunciar a su aspiración de crear una sociedad socialista, el PSOE aceptó participar en el juego electoral. En 1910 Pablo Iglesias consiguió un acta de diputado y llevó a las Cortes españolas, por primera vez, la voz de las clases trabajadoras.

Icono IDevice Objetivos
En la actualidad el movimiento anarquista español es muy minoritario. Sigue en pie el sindicato CNT, al tiempo que han surgido otras organizaciones sindicales de inspiración anarquista. Su pensamiento se ha extendido a movimientos alternativos, a veces radicales y violentos, que luchan contra el sistema capitalista. En el siguiente enlace puedes encontrar una defensa de la vigencia de los planteamientos anarquistas en la sociedad actual.

El anarquismo hoy

 

En el siguiente enlace puedes encontrar datos sobre la vida y obra de Pablo Iglesias, fundador del PSOE.

 


Pregunta Verdadero-Falso
Señala si las siguientes afirmaciones son verdaderas o falsas.


El movimiento obrero español se desarrolló más tarde que en otros países europeos porque las condiciones de vida de la clase obrera en España no eran inicialmente tan duras.

Verdadero Falso


La Confederación Nacional del Trabajo fue un partido político de ideología anarquista.

Verdadero Falso


El Partido Socialista Obrero Español seguía en sus inicios la línea marxista del movimiento obrero.

Verdadero Falso